Leer esta cita de Úrsula K. Le Guin nos recuerda la necesidad de que la creatividad tenga un objetivo y de que se lleve a cabo con una metodología sistemática. Porque fomentar la creatividad entre los profesionales, equipos y organizaciones, ya no es una opción. Pero pensamos que tampoco debe ser un fin en sí mismo. Porque NO todo vale en este proceso.
La Creatividad permite a las personas automotivarse, asumir riesgos, ver conexiones “ocultas”, investigar nuevas posibilidades, ser permeables a las opiniones de otras personas, afrontar los problemas como retos, ser más resistentes al desaliento, aumentar su perspicacia y ganas de aprender… Y todo esto beneficia, sin duda, a las empresas.
Fomentar la creatividad como un hábito saludable vinculado a la consecución de los objetivos estratégicos, implica necesariamente generar un clima laboral agradable. Requiere difundir “el ser creativos y creativas” como un valor corporativo. Necesita de la generación de los canales de comunicación adecuados, a través de los cuales informar y dejar que se ofrezcan sugerencias de manera fluida. Obliga a reconocer y premiar los esfuerzos en este aspecto.
La Creatividad es la capacidad de producir resultados mentales nuevos y útiles (ideas), orientados a la consecución de un objetivo en un campo determinado. Y una idea no es sino una combinación nueva de viejos elementos.
Para producir nuevas ideas a partir de la combinación de otras anteriores, las empresas tienen que observar, escuchar, no perder nunca la curiosidad y ser audaces. Porque la creatividad y La Innovación pueden ser los elementos que distingan a una empresa, los que le procuren una auténtica ventaja competitiva a largo plazo.
La Innovación es la aplicación exitosa de nuevas ideas dentro de una organización. Un buen proceso empieza con creatividad y termina con innovación. Porque, aunque creatividad e innovación van de la mano, la primera abre la puerta a la segunda. Sin innovación no hay mejora, y sin mejora no hay propósito de cambio en un entorno tan complejo como el actual.
¿Pueden ser creativas todas las personas? La respuesta es, sin duda, positiva. Pero lo cierto es que tenemos que generar un “buen caldo de cultivo” para poder hacer realidad esta premisa. Además, es necesario desarrollar la creatividad como un hábito colectivo que vaya más allá de la suma de capacidades individuales. No hay que olvidar que el proceso colaborativo es más que trabajar juntos. Significa la capacidad de pensar juntos y de actuar de manera coordinada en proyectos complejos.
¿Os apuntáis a ser más creativos????
Úrsula Kroeber Le Guin (Berkeley, California, 1929-Portland, Oregón, 2018) Autora estadounidense conocida sobre todo por sus obras de ficción especulativa y, en especial, por las obras de ciencia ficción ambientadas en el mundo ficticio de Terramar.