¿Qué Locus de Control prima en tu equipo de trabajo?

Cuando una persona percibe que un refuerzo sigue a una acción suya pero que no es contingente a esa acción, entonces en nuestra cultura se percibe típicamente como el resultado del azar, el destino, que está bajo el control de otras personas con poder, o como algo impredecible debido a la gran complejidad de las fuerzas que lo causan. Cuando una persona interpreta un evento de esta manera, llamamos a esto una creencia en el control externo. Si la persona percibe que el evento es contingente a su propia conducta o a sus características relativamente permanentes, llamamos a esto una creencia en el control interno. Julian B. Rotter en 1966 dentro de su Teoría del aprendizaje social.

A estas alturas de 2020, y después de la extraña experiencia que estamos viviendo, nadie duda ya (o eso creemos) sobre la imperante necesidad de reinventarnos a nivel empresarial y profesional, probablemente también a nivel personal. Sin embargo, ante esta premisa cuasi apodíctica, las personas estamos reaccionando de forma muy diversa.

Podemos ponernos manos a la obra y empezar a caminar para hacer realidad los cambios que nos permitan reinventarnos, como operarios activos en la construcción del futuro.  Pero también podemos dejarnos arrastrar por los acontecimientos, siendo imbuidos de forma inevitable por la nueva situación, como testigos pasivos de la época que nos ha tocado vivir.  La mayoría de las personas navegamos entre un complejo patchwork de posturas intermedias dentro del bastidor que nos rodea. Pero acercarnos a un polo o a otro depende de nosotros y de nuestra actitud. Depende, en definitiva, de nuestro Locus de Control. No importa cual haya sido dicho Locus de Control en el pasado porque es posible manejarlo, podemos cambiarlo si trabajamos en ello, como se puede modificar cualquier actitud.

Solemos usar el concepto de locus de control en nuestras sesiones de consultoría y formación como herramienta de concienciación. Resulta muy ilustrativo para aprender a conocernos mejor, y nos puede ayudar a dar un primer paso para cambiar determinadas actitudes, tanto a nivel individual como colectivo. Porque el locus de control también se puede medir en los equipos de trabajo a nivel colectivo.

Sabemos de la importancia del entorno en nuestras vidas, personales y profesionales, por lo que un locus de control interno que nos lleve a un exceso de responsabilidad, que nos empuje a \»llevar el mundo sobre nuestros hombros\», o que nos ponga una ilusa venda rosa sobre nuestros ojos, no nos parece adecuado. Pero aún nos parece mucho peor que adoptemos un interiorizado rol de victima fatalista, a merced de un cruel destino que no se puede cambiar.

Entre esos dos extremos, podemos cultivar un locus de control interno que nos impulse a esforzarnos en mejorar, a afrontar nuevos retos, a no rendirnos ante las dificultades, a apoyarnos y completarnos en equipo…

Sin duda, estamos en un momento idóneo para cultivar este locus de control en nosotros y en nuestras empresas. Lo vamos a necesitar.

¿Aún lo dudáis? ¿Qué locus de control os gustaría que primara en vuestro equipo?

 

1 comentario en “¿Qué Locus de Control prima en tu equipo de trabajo?”

  1. Rosanna Hernández

    Me gustaría que sea el locus de control interno, por que? Ya que con este locus podemos acercarnos más al objetivo siendo más autónomos, seguros de nosotros mismos y con más enfoque y compromiso de lo que queremos lograr.

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